
A Xesta, la planta sagrada.
Esta planta, a xesta, en castellano retama, es un buen ejemplo de lo que decíamos días atrás. Está presente entre nosotros, pues el intenso color amarillo de sus flores olor a miel destaca en mayo incluso en las más insospechadas esquinas de las ciudades, cerca de las carreteras y los espacios abiertos en los bosques por los incendios.
Y curiosamente, a pesar de ser tan común, la xesta no ha tenido aplicación medicinal popular destacable. Aún así, su aplicación como planta mágica es muy destacable. Ya era una planta sagrada para los druidas celtas y en Galicia entra a formar parte de muchos ritos de fertilidad, para alejar males, o de exaltación de la primavera y por tanto del renacimiento, de los inicios, de la vida, en fin.
El día de san Juan, precisamente, con sus ramas con las que se suelen hacer escobas, se barre la casa para purificarla y protegerla frente a los malos espíritus para el resto del año. El primer día de mayo se puede ver engalanadas con xestas en flor las puertas y ventanas de muchas casas, los aperos de labranza, en los barcos de pesca y en los coches y camiones, incluso en una gran ciudad como Vigo... todo ello para que su presencia aleje cualquier infortunio a lo largo del año.
También era la flor de los enamorados, que los jóvenes entregaban a las muchachas que pretendían: si éstas la tomaban, significaba que los aceptaban como pretendiente. En algunas romerías como la de la Franqueira, en La Cañiza, aún hoy las jóvenes aciertan a hacer un nudo en sus ramas con un solo dedo, antes de llegar al santuario; si no se deshace, el próximo año vendrán acompañadas de su amado.
En otras comarcas, el objeto de estos nudos es otro: cuando un niño está enganido, es decir, está debilitado o consumido, normalmente por la acción de un mal de ollo o por una meiga chuchona, o por el genio maléfico tarangano, que le chupan la sangre a la criaturita, en estos casos, una forma de curarlo consiste en hacer un nudo con la mano izquierda; si la xesta sobrevive con el nudo, el chaval sanará.
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